La crianza de un hijo no es una tarea simple, es una misión de vida que se cumple con el acompañamiento, la guía, el amor y la seguridad que se le transmite a los niños desde su primera infancia.
Los padres, cuando están presentes acompañando a su pareja, y ven crecer su vientre en la gestación, también sienten ese amor para el que no hay explicación por su bebé.
Ellos sienten una fuerza especial que los une a ese ser que, aunque no lo puedan ver ni tocar, ya aman con todo su corazón.