Curiosidades
Mujer fingió ser un hombre durante 36 años para cuidar de su hija. Se cambió de nombre y de peinado
S. Petchiammal quedó viuda 15 días después de su boda, cuando tenía apenas 20 años.
Como estaba embarazada quiso criar a su hija como madre soltera, pero la sociedad de la India en esa época le hizo la vida imposible.
A pesar del paso del tiempo, todavía existen sociedades en donde las mujeres son discriminadas por ser madres solteras y cuidar a sus hijos de forma autónoma. Un ejemplo de esto es la India, en donde durante la década de 1980 y 1990 era muy mal mirado para las mujeres hacerse cargo de sus hijos sin tener un esposo.
En este contexto vivió S. Petchiammal, una india de 57 años que pasó 36 años de su vida haciéndose pasar por un hombre.
Según información de The New Indian Express, esta mujer sufrió la muerte de su marido 15 días después de la boda, cuando ella solo tenía 20 años. Justo en ese momento estaba embarazada, pero ella no quería casarse. Fue así que decidió cuidar a su hija por su cuenta, como madre soltera.
Sin embargo, durante esa época en la India había muchos prejuicios sociales hacia esas madres que cuidaban a sus hijos siendo solteras. Esto porque la mujer tuvo que arreglárselas para llevar sustento a su casa.
Una forma de hacerlo era trabajar en empleos que eran catalogados como «masculinos» en la India de esa época. Esta madre soltera trabajó en la construcción, en hoteles y en tiendas de té, entre otras áreas, pero siempre recibió acosos y burlas sexuales.
S. Petchiammal se cansó de ese maltrato hacia las mujeres en su país
y decidió ir al templo de Tiruchendur Murugan en donde se cortó el pelo y se puso sus primeros atuendos masculinos. Ahí se rebautizó como Muthu, su nueva identidad.
Solamente las personas más cercanas sabían del plan de S. Petchiammal, por lo que frente a los desconocidos actuaba como si siempre hubiera sido hombre.
Según ella, gracias a esto pudo cuidar y criar a su hija de forma segura y tranquila. Hoy su hija, llamada Shanmugasundari, ya es una adulta y está casada, por lo que no necesita de los cuidados de su madre, pero S. Petchiammal insiste en que no quiere volver a cambiar. «Esta identidad garantizó una vida segura para mi hija. Seguiré siendo Muthu hasta que muera«, aseveró.
Hace algunos años que no ha podido volver a trabajar porque su físico ya no la acompaña, por lo que ha tenido algunos problemas económicos. «No tengo casa ni ahorros. Tampoco puedo solicitar un certificado de viudedad«, explicó.