Si antes, sus discusiones terminaban en una conversación pacífica y tranquila, después de la cual se resolvían todos los malentendidos, pero ahora los enfrentamientos se repiten con frecuencia, y además, con frases del tipo “¡Vamos a separarnos si soy tan malo!” o “¡Si no te gusta algo, puedes recoger tus cosas!”, esto es, sin duda, una clara señal de alarma. De este modo, la persona puede intentar derivar su responsabilidad hacia ti, porque ella, simplemente, lo propuso.