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Curiosidades

Su cuerpo estaba negro como el carbón ,pero jamás pensó que su

Advertencia: este artículo contiene imágenes que podrían perturbar a algunos lectores.




La vida de Kevin Breen marchaba realmente bien. Era un feliz padre de tres niños y tenía una esposa muy guapa y cariñosa. Nunca imaginó el terrible destino que le esperaba. Cuando Kevin cayó enfermo con una infección aparentemente inofensiva, todo cambió de repente.

En el 2016, un par de días antes de Navidad, empezó a sentir síntomas parecidos a los de una gripe común.



Cuando su enfermedad empeoró, su familia lo llevó al hospital más cercano. Al principio, los médicos estaban muy confundidos porque daba la impresión de que tenía una fuerte gripe, aunque sus síntomas empeoraban cada vez más.

Cuando le empezaron a fallar los órganos, el personal médico entró en pánico y siguió buscando un diagnóstico. El mismo Kevin trataba de conservar la calma y el optimismo.

Mientras tanto, la sangre dejó de circular por sus extremidades para proteger sus órganos esenciales. El tiempo siguió corriendo y los médicos seguían sin encontrar una solución. Las extremidades de Kevin empezaron a morir.

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Entonces, solo por casualidad, el personal del hospital se enteró de que el hijo de tres años de Kevin había tenido una faringitis estreptocócica poco tiempo atrás. ¡Y esa resultó ser la causa de la enfermedad del padre!

La infección se había extendido por todo el cuerpo de Kevin, incluso había llegado al estómago, lo que resulto especialmente difícil de combatir. Un ultrasonido reveló que tenía un litro y medio de pus en la cavidad abdominal. Mientras tanto, padecía insuficiencia renal y tuvo que ser conectado a una máquina de diálisis. Sus extremidades siguieron empeorando.




Ya era demasiado tarde para salvar el tejido muerto. Algunas partes de los brazos y piernas de Kevin tuvieron que ser amputadas. Había perdido casi toda la sensibilidad en pies y manos. Había momentos en que el equipo médico dudaba de que lograra sobrevivir, pero Kevin siguió adelante. Al final, cuando estaba fuera de peligro, le permitieron regresar a casa con Julie y los niños mientras lo programaban para las operaciones necesarias.

Finalmente, perdió la mano izquierda por completo, varios dedos de la mano derecha y ambos pies.

¿Quién hubiera pensado que lo que empezó como una infección en la laringe de un niño podría mutar en una enfermedad tan peligrosa? ¡Esta es una de las razones por las cuales  es extremadamente importante tomar antibióticos cuando tienes faringitis estreptocócica! Después de todo, fue una suerte increíble que Kevin pudiera sobrevivir.

Un amigo de la familia ha lanzado una campaña enormemente exitosa en la página de GoFundMe para pagar las operaciones y apoyar a la familia durante este tiempo.

A Kevin y a su familia todavía les espera un largo camino por recorrer, pero parece que tienen una actitud muy valiente y positiva y una gran comunidad que los apoya. A pesar del terrible golpe que han sufrido, esta historia nos muestra claramente que, además de una gran fuerza de voluntad, el cariño de los amigos y la familia es, simplemente, incalculable.

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