Inncluso, algunos se atrevieron a comparar la imagen de Thalía con el rostro de Lyn May, vedette mexicana que actualmente padece los estragos que le dejó el aceite de cocina que le inyectaron en el rostro cuando era joven. Otros se posicionaron a favor de la cantante, pero le lanzaron una advertencia al recordar que Alejandra Guzmán casi pierde la vida porque le suministraron una sustancia metil metacrilato entre la subdermis y el músculo para agrandar sus glúteos. Hasta el momento, la protagonista de Marimar no ha dado declaraciones al respeto y continúa subiendo contenido en su cuenta de Instagram. Días después publicó un par de imágenes más donde se logró apreciar con mayor claridad su rostro, pero las críticas no pararon y en ese momento se cuestionó la naturalidad de sus labios. Aunque Thalía trata de mantener su vida privada lejos de los reflectores, en algunas ocasiones comparte detalles de los tratamientos estéticos a los que se somete. A principios de 2019, la intérprete de No me acuerdo impresionó a sus seguidores de Instagram con dos videos donde mostró parte de un procedimiento de limpieza profunda y masajes que tenían la función de contrarrestar las huellas de la edad.